Santo Safe: tapabocas con sentido social

La cuarentena y el confinamiento en Colombia y el mundo entero ha dejado consigo una profunda crisis económica en muchos sectores empresariales del país. El sector de la manufactura ha sido uno de los más afectados otorgándole a sus creadores grandes retos para sobrevivir dentro de los negocios. El sector textil, sobre todo del ‘beachwear’, para mantenerse vigente ha tenido que reinventarse y trasladar, en cierta parte, su producción a una moda con sentido social, ecológico y seguro en estos tiempos de pandemia. Atendiendo así a un llamado del Gobierno Nacional, un llamado que esconde historias de supervivencia. Santo Azul se unió a este propósito y en el mes de abril lanzó la campaña Santo Safe. 

La industria textil y de la confección nacional, que tiene cerca de 9.000 empresas y genera más 1’000.000 de empleos, dejó de lado la producción de prendas de vestir tradicionales y para fabricar prendas de protección médica. La empresa de origen cartagenero, Santo Azul, se concentró durante un mes en la elaboración específicamente de tapabocas diseñados para mantener a sus consumidores seguros y sin perder el estilo. 

El reto inicial fue adaptar desde la maquinaria hasta la seguridad tanto para la prenda, como para las personas que trabajan en nuestro taller de confección. Descontaminar nuestros espacios de trabajo, implementar la cultura del lavado de manos, uso obligatorio de tapabocas y toma la temperatura al entrar y salir. Los pies quedan esterilizados y las máquinas tienen dos metros de distancia entre sí. 

Luego, adaptar nuestros tejidos a las mascarillas faciales hechas en textiles anti-fluidos que cumplen con los estándares industriales necesarios para garantizar la mejor protección. Son elaborados a doble tela y doble estampado para mayor versatilidad. Cuentan con protección contra manchas y salpicaduras. De fácil cuidado, resistentes a las arrugas y al lavado, por ello pueden reutilizarse hasta 30 veces. Dermatológicamente seguros, no tóxicos y conservando la transpirabilidad de las telas. 

Además de ofrecer protección a los consumidores, esta campaña incentivó donaciones al sector salud. Por cada compra realizada, la marca donó un tapabocas a los hospitales que necesitan equipo de protección personal como el Hospital Infantil Napoleon Franco Pareja, más conocido como la Casa del Niño.